Los sacos térmicos de semillas pueden utilizarse tanto en frío como en calor. La aplicación de cualquiera de estos modos depende de la lesión y del tiempo transcurrido desde que sucede. En este caso vamos a tratar los efectos y los usos más adecuados para los que se debe aplicar el saco en frío.

Cuándo y cómo aplicar frío (crioterapia)

Los tratamientos en frío en el ámbito de la fisioterapia reciben el nombre de crioterapia. Gracias a la aplicación de frío se rebaja la inflamación y ayuda a disminuir el dolor.

Para usar los sacos de semillas en frío, tienes que meterlos en el congelador, durante una hora para los sacos pequeños (por ejemplo antifaz o manoplas térmicas) y dos horas para los de mayor tamaño como el saco manta o la faja lumbar. Para su aplicación no es recomendable aplicarlo durante más de 20 minutos, y siempre dentro de las primeras 48 horas desde que se produce la lesión.

Beneficios de aplicar frío con los sacos térmicos de semillas

Los beneficios de aplicar frío en una lesión son muchos, debido a su efecto antiinflamatorio y analgésico. Cuando se pone frío en la zona afectada, se ‘duerme’, lo que produce también un efecto analgésico. Por esta razón, algunos de sus beneficios más destacados son:

  • Disminuye la inflamación
  • Disminuye el dolor
  • Mejora la recuperación muscular
  • Efecto analgésico
  • Efecto positivo sobre la circulación
  • Disminuye la temperatura

Usos más adecuados del frío

Por sus efectos, aplicar frío es recomendable cuando tienes una torcedura o un tirón muscular, entre otros, ya que el frío alivia la sensación del dolor, disminuye el flujo sanguíneo y reduce considerablemente o incluso en su totalidad la inflamación.

Debes aplicar frio en casos como los siguientes:

  • Esguince
  • Tendinitis
  • Golpes/caídas
  • Sobrecarga
  • Rotura muscular
  • Luxaciones
  • Calambres
  • Fiebre

Nuestros sacos de semilla pueden usarse en frío gracias a sus componentes, entre los que destacan la variedad de semillas y sus propiedades (trigo, lavanda y romero). Las hierbas de lavanda y romero potencian los efectos analgésicos y antiinflamatorios del frio, convirtiéndose en un producto perfecto para el tratamiento de este tipo de lesiones.